Descripción general
La estenosis pilórica es un estrechamiento de la válvula muscular que se encuentra entre el estómago y el intestino delgado. Esta afección poco común en bebés puede hacer que el alimento se atore en el estómago.
Nuestro sistema digestivo cuenta con una válvula muscular con forma de anillo que se cierra para contener el alimento en el estómago o se abre para permitir que el alimento pase hacia el intestino delgado. Con la estenosis pilórica, el tejido muscular se dilata. La apertura de la válvula se vuelve muy estrecha y no permite que pase el alimento hacia el intestino.
La estenosis pilórica suele derivar en vómitos explosivos, deshidratación, malnutrición y pérdida de peso. Los bebés con estenosis pilórica parecen tener hambre todo el tiempo.
La estenosis pilórica se trata con cirugía.
El conducto entre el estómago y el intestino delgado se llama píloro. La válvula que controla la apertura se suele llamar músculo del píloro, esfínter pilórico o válvula pilórica.
La dilatación del músculo del píloro se llama hipertrofia. La estenosis pilórica también se denomina estenosis pilórica hipertrófica.
Síntomas
Los síntomas de la estenosis pilórica suelen aparecer entre 3 y 6 semanas después del nacimiento. La estenosis pilórica es poco frecuente en bebés mayores de 3 meses.
Los síntomas incluyen los siguientes:
- Vómitos después de la alimentación: El bebé puede vomitar con fuerza y expulsar la leche materna o leche de fórmula hasta varios metros de distancia. Esto se conoce como vómitos explosivos. Los vómitos suelen ocurrir justo después de la alimentación. Los vómitos pueden ser leves al principio y, luego, empeorar.
- Sensación de hambre constante: Los bebés que tienen estenosis pilórica a menudo quieren comer justo después de vomitar.
- Contracciones de estómago: Se pueden observar unas ondas pequeñas en el abdomen del bebé luego de alimentarlo y justo antes de que vomite. Esta es una señal de que los músculos del estómago intentan mover el alimento hacia el intestino.
- Deshidratación: Los bebés pueden mostrar señales de que sus líquidos corporales se encuentran bajos, lo que se denomina deshidratación. Entre estas señales se incluyen pocos pañales mojados, falta de energía, boca y labios secos, y llanto sin lágrimas.
- Cambios en las heces: Dado que la estenosis pilórica impide que los alimentos lleguen a los intestinos, es posible que los bebés con esta afección tengan estreñimiento.
- Pérdida de peso: La falta de nutrición puede ocasionar que el bebé no suba de peso o que baje de peso.
Cuándo consultar al médico
Otras afecciones tienen síntomas como la estenosis pilórica. Es importante obtener un diagnóstico rápido y preciso. Consulta con el pediatra si tu bebé hace lo siguiente:
- Vomita de forma explosiva después de comer.
- Tiene hambre de nuevo inmediatamente después de vomitar.
- Tiene menor actividad o está inusualmente irritable.
- Moja o defeca pocos pañales.
- No aumenta de peso o pierde peso.
Causas
Las causas de la estenosis pilórica son desconocidas, pero los genes y los factores ambientales pueden cumplir una función importante. La estenosis pilórica no suele estar presente en el nacimiento, si no que aparece después.
Factores de riesgo
La estenosis pilórica es una afección poco común. Es más probable en los bebés que:
- Son varones.
- Son el hijo mayor.
- Nacieron de manera prematura.
- Tienen antecedentes familiares con estenosis pilórica.
- Alguno de sus padres es fumador.
- Tuvieron exposición a determinados antibióticos en la última etapa del embarazo o luego del parto.
- Se alimentan con fórmula.
Complicaciones
La estenosis pilórica puede derivar en lo siguiente:
- Retraso en el crecimiento y el desarrollo: La falta de nutrición ocasiona un crecimiento, desarrollo y aumento de peso deficientes.
- Deshidratación: Los vómitos frecuentes hacen que los niveles de líquidos bajen, lo que se llama deshidratación. Esta afección también puede ocasionar el desequilibrio de unos minerales llamados electrolitos. Estos minerales ayudan a regular funciones importantes en todo el organismo.
- Ictericia: En raras ocasiones, puede acumularse una sustancia que secreta el hígado, llamada bilirrubina. También podría causar que la piel y la parte blanca de los ojos tomen un color amarillento. Esta afección se denomina ictericia.